3. Centros de Paz y Diálogo
Características de los Cuatro Centros de Paz y Diálogo
3.1 ESTRUCTURA
Principales características de los CPD

3.2 CONFLICTOS
Cada comunidad presenta problemas y aspectos propios de su contexto. Sin embargo, existen conflictos en común, como los agrarios, los familiares, los conflictos penales y la violencia contra las mujeres y niñas.
Algunos conflictos familiares, como el abandono del hogar, se entremezclan con el acceso a los servicios básicos, tales como la atención médica o la alimentación adecuada para las mujeres y los menores, factores que disminuyen la calidad de vida.
Los conflictos agrarios son frecuentes y tratan sobre linderos, tomas de agua, venta irregular de terrenos, tala clandestina o, incluso, con daños como inundaciones por la ampliación de algún camino. Igualmente, una temática común a estas comunidades es la de los distintos tipos de violencia en contra de las mujeres y las niñas, como la psicológica, la física y la sexual, además de que casi siempre sucede entre familiares.
Directora del CPD de San Juan Atzingo
Los conflictos familiares, por lo general, son acerca de herencias, divorcios, embarazos adolescentes, pensiones alimenticias y el cuidado de los menores. Guadalupe Corona, presidenta del Consejo de Ancianos de Zinacantepec, describió la situación de la siguiente manera, “en Santa María del Monte hay muchas niñas que son menores de edad y ya tienen dos niños”.
También, existen otros problemas, como, por ejemplo, acceder al agua potable, al drenaje o a la energía eléctrica, lo cual se da por la lejanía en la que se encuentran las comunidades, o por el poco apoyo que reciben de las cabeceras municipales, entre otros factores. Por otro lado, también existen conflictos penales, como son las riñas o las lesiones entre los miembros de la comunidad, además del consumo de sustancias psicoactivas.
3.3 PERFIL DE LA PERSONA MEDIADORA
Actualmente, son las personas pertenecientes a la comunidad, y que desempeñan algún tipo de autoridad, las que operan los CPD, ya sea como delegados, jefes supremos, presidentas(es) del Consejo de Ancianos o integrantes de la Comisaría de Bienes Comunales.
A la par, quienes operan los CPD tienen algún tipo de formación o experiencia previa en la gestión de conflictos, ya sea porque eran delegadas(os) y conciliaban conflictos familiares, o eran conciliadores(as) que mediaban conflictos agrarios, desde la Comisaría de Bienes Comunales.

Oswaldo Pérez Dávila, jefe supremo de San Miguel Almaya
Además de su posición social y cultural en las comunidades, existen otros dos factores que abonan a su legitimidad comunitaria, la primera es su conocimiento de las problemáticas, así como de las normas internas y los usos y costumbres necesarios para resolverlas. La segunda se basa en el reconocimiento social y cultural que poseen al interior de sus comunidades. Ambos son aspectos importantes que se contemplan para ser elegidas(os) en asamblea para algún cargo comunitario; en consecuencia, se genera un círculo virtuoso de legitimidad y respeto ante la comunidad.
Un aspecto importante para la validación y el reconocimiento comunitario es el conocimiento de la lengua indígena con el que cuentan todas las personas mediadoras (y las que están en proceso de serlo), aunque el nivel de habla y entendimiento varíe. Igualmente, el trabajo y la participación comunitaria que realizan es muy relevante, ya sea para gestionar recursos, para organizar faenas, para propiciar la recuperación de la lengua o abordar conflictos específicos.
Presidenta del Consejo de Ancianos del CPD de Zinacantepec.
Las herramientas y conocimiento legal con los que cuentan estos operadores(as) varían, pues los CPD de Pueblo Nuevo y de San Juan Atzingo son abogados(as), en contraste con los de Zinacantepec y San Miguel Almaya. Varía, también, el nivel de capacitación que recibieron los operadores por parte del Centro de Mediación del PJEdoMex en materia de mecanismos alternativos, técnicas de comunicación y de resolución de conflictos.
3.4 RUTA DEL CONFLICTO
Estos Centros están ideados para atender a las personas usuarias de la localidad o comunidad en donde están ubicados. Sin embargo, en ocasiones, también brindan atención a las comunidades aledañas que pueden ser de la misma o diferente etnia, ya sea tlahuica, otomí o náhuatl.
Se trata de encontrar soluciones que busquen zanjar el problema, de garantizar la reparación del daño, o de la relación, así como de llegar a un compromiso de no repetición.

Centro de Paz y Diálogo de Pueblo Nuevo (fachada)
Los delegados(as) orientan y canalizan a las personas usuarias, dirigiendo así los asuntos hacia los Centros de Pueblo Nuevo y San Juan Atzingo. La canalización varía según el tipo de conflicto; por ejemplo, en el caso de asuntos penales en San Juan Atzingo, son los operadores ministeriales de la cabecera municipal de Ocuilan quienes llevan a cabo la remisión, mientras que, en los conflictos agrarios, es la Comisaría de Bienes Comunales la instancia encargada de hacerlo.
Una vez que la persona usuaria llega al CPD, se inicia el proceso con el relato del conflicto. La persona mediadora le informa acerca de las distintas estrategias o vías posibles para abordar el conflicto en esa primera sesión, ofreciéndole la vía jurisdiccional o la de la mediación. En esa misma sesión, la persona usuaria decide la vía y, si opta por una mediación o conciliación, el CPD cita la persona implicada a acudir a una sesión en una fecha específica. En ocasiones estas sesiones ocurren en el CPD, pero también directamente en los terrenos involucrados en el conflicto, por ejemplo, cuando se requiere una medición de linderos. La persona mediadora permite que ambas partes intervengan y, si existe voluntad, ellos mismos trazan un acuerdo o una solución, por ejemplo, de mutuo respeto, de reparación del daño, o cualquier otro. Si las personas así lo desean, queda constancia en un acta o convenio que firman ambas partes.
Existe una tendencia a que las personas cumplan los acuerdos, puesto que ellas mismas propusieron la solución.
Directora del CPD de San Juan Atzingo.
Este documento o acta le ampara al interior de su comunidad o frente a otras autoridades, pero no tiene el valor de una sentencia firme, salvo que sea convalidado por el Centro de Mediación del PJEdoMex. La ambivalencia del valor de este convenio constituye un reto que enfrentan los CPD, que será abordado posteriormente en este mismo texto.
El acompañamiento del Centro de Mediación del PJEdoMex ocurre a través de, ya sea, la convalidación de los convenios, o a través de comediaciones en las que el mediador del CPD realiza su labor en conjunto con el mediador del PJEdoMex. Esto ha ocurrido solo en Pueblo Nuevo, pero no de manera sistemática.
3.5 BENEFICIOS
Los beneficios que traen los Centros impactan directamente la calidad de vida de las personas usuarias por su cercanía, por los bajos costos, por la resolución oportuna y efectiva de problemas con pertinencia cultural y por la orientación que reciben.
En algunos casos, los CPD no se limitan a la resolución de conflictos, sino que son un espacio en el que las personas reciben información útil para gestionar sus asuntos, lo que tiene un impacto en su autonomía y capacidad legal.
Al conversar sobre los beneficios de los CPD, las personas entrevistadas mencionaron distintos tipos de ventajas o beneficios que han obtenido de estos servicios. Algunos se vinculan con su accesibilidad, tanto en términos de ubicación geográfica como de costos. Otros de los beneficios están ligados con la resolución de problemas oportuna y efectiva, ya que evita ir más allá o presentarse ante alguna autoridad judicial o ministerial, aunado a que se busca integrar el método de la reparación a las personas o a la comunidad como parte de la resolución, tal y como lo señaló Oscar Alejandro Muñoz, presidente del Consejo de Mayores de San Miguel Almaya, “…tu sanción va a hacer que vengas y barras este espacio, o que vayas a cortar el pasto de tal escuela”. Estas acciones, también, fortalecen la organización sociocultural propia de las comunidades indígenas y, con ello, la identidad étnica y el tejido social comunitario.
Usuaria del CPD de San Juan Atzingo
“El CPD de San Juan Atzingo está ahí, precisamente, para atender a las personas indígenas”, comentó Lidia Ángeles, Mediadora del CPD, de forma que otro beneficio de estos centros, aparte del de atender a las comunidades, es el de contar con mediadores que provienen de esas mismas comunidades en las que surgen los problemas, es decir, la mediación o resolución de los conflictos se hace desde una pertinencia cultural y lingüística. Ernesto Palma, secretario del presidente Municipal de Zinacantepec, explicó que, en ese sentido, se espera que el facilitador entienda y que –de algún modo– se encuentre inmerso(a) en la cosmovisión específica de la comunidad en un contexto actual, para que pueda defender los intereses de esos grupos, porque, al vivirlos directamente, se puede evitar que los problemas escalen o se encuadren erróneamente. Aunado a esta pertinencia cultural, los CPD tienen el potencial de ser espacios que permitan la recuperación y promoción de los valores y las prácticas comunitarias, tales como el uso de la lengua durante la mediación o durante el proceso de conciliación, puesto que, como es el caso de la lengua tlahuica, en algunas comunidades ya se ha perdido, o está en proceso de extinción.
Usuaria del CPD de San Juan Atzingo
3.6 OPERACIÓN COTIDIANA
Los centros de Pueblo Nuevo y San Juan Atzingo atienden en horarios de oficina y, aunque cuentan con cierto mobiliario y otros recursos, tienen carencias básicas, como en equipos de cómputo e impresión, papelería, o jabón para la limpieza.
“No, no ha habido apoyo. Por eso se fastidia la persona que está aquí, porque viene y, ¿con qué?, ¿no? ¿Y, si tiene familia? Ese es el problema”
Marcelino Domingo Barragán, Jefe
Supremo de Pueblo Nuevo.
En relación con la remuneración económica de quienes operan los CPD, esta es prácticamente nula, con excepción de la mediadora de San Juan Atzingo, quien recibe una gratificación acordada por la Asamblea de Comuneros, aunque el pago no ha sido constante. La falta de ingreso económico es un tema complejo que fue abordado con preocupación, desconfianza y como un factor que ha interrumpido la operación de los centros.
Esta preocupación la comparten todos, tanto los integrantes de los CPD como los del PJEdoMex. La falta de una estructura administrativa clara para los Centros Comunitarios de Paz y Diálogo representa un obstáculo. Además, se han identificado áreas de mejora, como son la ausencia de un modelo de gestión económica para el abastecimiento de insumos y de recolección de datos, y para generar indicadores de eficiencia. Sergio Valls, director general del Centro de Mediación, Conciliación y Justicia Restaurativa del PJEdoMex, señaló que estas debilidades hacen hincapié en “la necesidad de fortalecer la infraestructura administrativa y económica para optimizar el funcionamiento y la efectividad de los centros”.